Hasta los más dedicados deportistas necesitan tiempo para desconectarse. Aunque algunos creen que no hay nada peor que la resaca, seguramente habrás notado que la sesión de gimnasio de los lunes por la mañana se siente aún más dura después de un fin de semana de relajo, y sin embargo hay muchas personas que destacan los beneficios de beber una cerveza después de ejercitarse. En realidad, puede ser difícil dilucidar qué efecto tiene el alcohol en los músculos.
Investigaciones muestran que el alcohol puede incidir en la síntesis de proteína de los músculos (el proceso en el cual los músculos crecen y se reparan). Pero, ¿podría un trago (o dos) realmente deshacer los efectos de tu ejercitación, o tomará mucho más tiempo?
La cerveza, como muchas bebidas deportivas, posee carbohidratos y electrolitos. ¿Significa esto que puedo reemplazar a un Gatorade?
Dos importantes estudios publicados en este tema compararon los índices de síntesis proteica del hígado (las enzimas desintoxicantes producidas por el hígado) entre individuos que consumieron distintas cantidades de alcohol. Los científicos descubrieron que el índice de síntesis cambiaba, según la cantidad de alcohol ingerida. La síntesis proteica se suprimió en un 24% luego de que la gente consumiera 71 gramos de alcohol puro (aproximadamente cinco cervezas). Sin embargo, no se suprimió después de que la gente consumiera sólo 28 grs. de alcohol, la cantidad encontrada en alrededor de dos cervezas promedio.
El estudio más relevante hasta la fecha descubrió que, para una persona de 68 kilos, consumir el equivalente a 7 cervezas dio como resultado una síntesis proteica de los músculos suprimida. Esto ocurrió incluso cuando el alcohol fue consumido después de ingerir 25 grs de proteína. En otras palabras, tus antojos no te ayudarán.
Por sobre todo, esta evidencia sugiere que beber más de cinco cervezas en una pasada podría impedir la regeneración y crecimiento muscular. No hay estudios que estén investigando específicamente el impacto de una sola cerveza después del entrenamiento, pero aquellos que aman relajarse con un trago después del gimnasio estarán felices de saber que beber una o dos de tu birra favorita no causará efectos negativos en tus músculos.
Alcohol y Testosterona
La testosterona también es importante cuando se trata de desarrollar músculos. Mientras más poseas de manera natural, más fácil es ver resultados. Dosis bajas de alcohol (alrededor de 2 cervezas para una persona de 70 kilos) han demostrado aumentar la testosterona en circulación en cerca de un 17%, tanto en hombres jóvenes como en mujeres postmenopáusicas. Desafortunadamente, este aumento de testosterona no es lo suficientemente notorio como para aumentar de manera visible el crecimiento muscular.
Por otra parte, se ha demostrado que un individuo de 70 kilos que bebe 7 cervezas, sufrirá una supresión de testosterona en su cuerpo. Incluso beber cantidades moderadas de alcohol (3 a 4 cervezas) suprime levemente la testosterona si se bebe a diario por a lo menos tres semanas. Y eso podría ser suficiente para deshacer los esfuerzos logrados.
Sin embargo, amantes de la cerveza, estén tranquilos. Aunque se requiere mayor investigación, no hay evidencia que sugiera que una o dos cervezas después de ejercitarse puedan causar daños a largo plazo. Si quieres beber una después de un duro entrenamiento, no debes preocuparte por tus niveles de testosterona o tus índices de síntesis proteica. Mereces un descanso, sólo asegúrate de beber sólo una.
Vía: Dailyburn