En el fitness también hay tendencias. Algunas juran resultados increíbles y luego se retractan, otras se mantienen. Como todo lo que está en boga, algunas cosas prevalecen y otras desaparecen. Una de las tendencias de moda, es el entrenar descalzo.
Lo que antes pensábamos que solo aplicaba para las chicas que usaban mats de yoga, ahora es una costumbre para muchos que corren, juegan fútbol, hacen HIIT o entrenamientos funcionales, danza, Tai chi y artes marciales, por nombrar algunas disciplinas.
La verdad es que andar descalzo es algo natural para muchos de nosotros y hacer ejercicio, no tiene que ser necesariamente algo distinto. Uno aprende a caminar descalzo, a jugar descalzo y, cuando eres niño, corres, saltas, te caes y te vuelves a parar estando sin zapatos. Por eso se ha convertido en una tendencia defendida por muchos entrenadores.
Muchos critican esta práctica porque consideran al pie como algo delicado, mientras que otros piensan que es todo lo contrario y que entrenar sin zapatos te puede llevar a tener mejor equilibrio y menos problemas en las articulaciones.
Una de las ventajas de entrenar descalzo es la mejora del equilibro, la manera en que uno se mueve y la relación con el espacio que nos rodea. Hace que los movimientos tengan un fluido más natural.
Andar descalzo mejora la alineación muscular. Diferentes segmentos musculares se utilizan cuando estamos descalzos, que no se utilizan cuando usamos zapatos. Estando descalzos usamos más patrones musculares y esto mejora las vías neuromusculares del pie y la pierna.
Esta práctica fortalece los músculos estabilizadores del pie y el tobillo. Por supuesto que los zapatos dan mucha estabilidad y apoyo, pero esto mismo puede hacer que los músculos del pie y la articulación del tobillo se haga perezosa, como dicen que pasa con aquellos que levantan pesas y hacen ejercicios con fajas y por ende trabajarían menos los abdominales y la espalda baja. Si fortaleces los pequeños músculos estabilizadores de los pies puedes mejorar tu desempeño y equilibrio en la disciplina que practiques.
También le da más fuerza a tus articulaciones, porque casi el 30% de las articulaciones de nuestro cuerpo están en nuestros pies. Ellos son la base de apoyo de todo nuestro cuerpo. A menudo, la rodilla y la espalda reflejan dolor por el mal apoyo que tenemos en los pies y el calzado inadecuado, causa un apoyo artificial que puede derivar en presión en las rodillas, la columna vertebral y el cuello. Además, para los defensores del "Barefoot Training" el usar zapatos elevará artificialmente los arcos de los pies y así van eliminando la responsabilidad de fuerza de los músculos del arco para hacer su trabajo. Esto causa un círculo vicioso: los músculos se debilitan por el uso del calzado, y con el arco débil, se necesita más soporte artificial para que funcione de manera eficiente.
Ahora bien, si quieres empezar a entrenar descalzo ten en cuenta esto:
1) Debes tener cuidado en la transición de usar zapatos a entrenar descalzo. Puedes desarrollar dolor en la pantorrilla o tendinitis del talón de Aquiles, producida por el acortamiento del tendón de Aquiles. A medida que tu pie se acostumbre a caminar y a entrenar descalzo, los síntomas desaparecerán. Los músculos, tendones y articulaciones del pie, el tobillo y la pierna se harán más fuertes, pero debes darle tiempo para que esto suceda.
2) También puede que aparezcan ampollas pero estas van a desaparecer a medida que la piel de los pies se vuelva más fuerte.
3) Empieza por hacer caminatas o sesiones cortas al día de ejercicio descalzo. Trata de hacer ejercicio unos pocos minutos un par de veces a la semana y ve aumentando gradualmente el tiempo que pasas descalzo. Otra alternativa es tratar de hacer tu calentamiento y cool down descalzo.
4) Inicia tu entrenamiento en una superficie plana y acolchada, tal como un suelo acolchado, una alfombra o colchoneta. Si vas a entrenar en un parque, debes asegurarte de que la grama esté libre de piedras o vidrio que te puedan herir.
5) Prueba con un calzado minimalista como los Vibram FiveFingers.
Claro el hacer ejercicio descalzo, también puede venir con algunos riesgos que pueden ir desde cortaduras, heridas, lesiones en el talón, en el pie y en la rodilla. En un estudio de la Universidad Brigham publicado en el New York Times entre grupos de corredores, unos con calzado normal y otros con calzado minimalista que simulaba el estar descalzo, se encontró que corredores en el grupo del calzado minimalista sufrieron más fracturas de estrés que los que llevan los zapatos tradicionales de entrenamiento.
Y si tienes problemas de salud, como la diabetes, que afecta a la sensación de los pies, consulta con tu médico si entrenar descalzo es lo más recomendado para ti.
Imagen CC Steve.