Que un corredor pueda caminar con una zapatilla de running, no es igual a que un peatón corra con una zapatilla de calle. No si se trata de alguien que está empezando o que cuente con poca experiencia en esta actividad, al menos. Y es ambos calzados presentan diferencias en su composición (materiales y estructura) que las hacen muy diferentes en sus funciones.
Una zapatilla de running promedio (dejaremos fuera al calzado barefoot por tratarse de un calzado técnico dirigido a corredores experimentados) debe tener la capacidad de amortiguar la carga que recibe nuestro cuerpo en cada zancada. Eso, además de las capacidades para brindar estabilidad, velocidad y respirabilidad, entre otras características.
Según la American Academy of Podiatric Sports Medicine, el calzado deportivo perfecto para caminar o correr ofrece estabilidad, amortiguamiento y permite una zancada uniforme.
¿Qué otras diferencias poseen ambos calzados? Vamos por parte
Suela y talón
Las zapatillas para correr tienden a tener una suela más rígida que las zapatillas de uso común, para brindar mayor estabilidad. A raíz de esto, los peatones suelen considerar que las zapatillas de running les impiden realizar una zancada o marcha natural. Para absorber los impactos de cada zancada, las zapatillas de correr suelen tener suelas más gruesas y en algunos casos más rígidas que los modelos tradicionales (a excepción de las zapatillas de transición al barefoot). Cuando esta suela es excesivamente gruesa, suele incluso molestar a los corredores al caminar.
La pisada de un peatón es del tipo talón-metatarsos-dedos, mientras que los corredores alternan entre la misma modalidad, la zona media y el antepié. Los tacones de las zapatillas de correr usualmente son biselados (y no lizos como los tacones normales) para ajustarse a la manera en que los corredores pisan.
Movimiento
Las zapatillas de running también poseen protuberancias para estabilidad y protecciones para el desgaste de dichas protuberancias de acuerdo al tipo de pisada de los corredores, en el caso de los supinadores y pronadores. Aunque algunos zapatos para caminar proveen estabilidad, estos no ofrecen el mismo grado se sujeción que los diseñados para correr.
Peso
Las zapatillas para correr usualmente son más ligeras que las de calle, para ayudar al corredor a moverse más rápido.
Estas diferencias técnicas son las que hacen que las zapatillas de running sean esenciales a la hora de practicar esta actividad. Un aspecto más que comprueba que el running es mucho más que solo correr.
Imagen CC The World According To Marty.