Una de las principales razones que causan lesiones, estancamiento e incluso aburrimiento en el gimnasio es la falta de planificación. Y es que sin una adecuación correcta de la rutinas de entrenamiento, es fácil sobrecargar ciertas zonas, haciendo que dichos músculos dejen de rendir bien y provocando a la vez un acostumbramiento a los mismos ejercicios, sin causar mayor progreso en el mediano plazo. Ante esta problemática, surge entonces la duda de cómo hacer las descargas. Acá te entregamos algunas pautas.
Muchos entrenan todos los días de la semana o todos los días que puedan. Seis días a la semana, puede ser una periodización correcta si es que se alternan apropiadamente los distintos grupos musculares. Cada grupo muscular debiera reposar entre 36 y 48 horas dependiendo de factores como la experiencia, las cargas y, en definitiva, la capacidad de recuperación de cada persona.
Pero ante entrenamientos a intensidades elevadas con cargas muy altas de forma muy seguida. es necesario realizar cada cierto tiempo las denominadas descargas musculares. Estas consisten en permitir al cuerpo recuperarse reduciendo la intensidad durante un tiempo determinado.
Hay varias formas de realizar dichas descargas, pero la fórmula general más utilizada es realizar una semana completa de descarga cada 4 semanas de entrenamiento. En dicha semana, se puede hacer un descanso activo como los mencionados aquí, reduciendo considerablemente la intensidad de las cargas durante el entrenamiento o directamente no entrenando ejercicios de pesas en dicho periodo.
Quienes llevan menos tiempo en el gimnasio o aún trabajan con cargas bajas, no necesitan realizar las descargas con esta frecuencia. Una semana de descarga cada cada ocho o incluso cada doce semanas es suficiente.
En cualquier caso, es necesario aprender a escuchar al propio cuerpo, entendiendo que además del afán de progreso rápido, es necesario descansar para poder seguir avanzando.
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