Conseguir la forma de avanzar y avanzar. Esa es una de las principales consignas de un deportista, cualquiera sea su nivel. Pero a veces el progreso se dificulta por la falta de claridad sobre los objetivos, por falta de constancia en la práctica deportiva o incluso por la sobrecarga. Acá te contamos de cinco principios que deberías seguir para progresar en el deporte, cualquier que este sea.
1) Individualización: Tus capacidades no son las mismas que las de tu compañero de al lado. Y aún en caso de ser similares, probablemente la entrega de cada uno hacia al deporte o las posibilidades de entrenamiento de cada uno serán un poco diferentes. Por supuesto que cuando puedas ejercitarte con algún compañero de similar nivel, aprovéchalo, pero que eso no te limite a conseguir tus objetivos. No porque uno no pueda entrenar, el otro deberá dejar de hacerlo. Recuerda además adaptar siempre las cargas y tu exigencia a tus propios niveles de entrenamiento.
2) Progresión: Los objetivos que establezcas (siempre debes tener alguno) deben ser realistas. Levantar cierta carga en tal plazo, bajar tantos kilos en un mes, correr una mayor distancia en algunas semanas, etc. No vas a tener un cuerpo de fisicoculturista en un mes, no vas a perder 9 kilos en una semana ni vas a ganar una medalla en tu primera corrida o a correr un maratón con dos semanas de entrenamiento. Hay muchos videos motivacionales, compañeros con objetivos ambiciosos y muchas frases inspiradoras que animan a dar siempre más y a conseguir lo imposible. Eso está bien para motivarse, para querer seguir entrenando, pero los objetivos deben ser aterrizados. Una vez que consigas algo, ve al siguiente punto, paso a paso. De otro modo, podrás lesionarte y retroceder aun más en tus expectativas.
3) Sobrecarga: Está relacionado íntimamente con el principio de progresión y se refiere a la aplicación sucesiva de estímulos cada vez más altos. Esto debido a que el cuerpo se acostumbra a la exigencia física brindaba en el entrenamiento. La sobrecarga vendrá dada por la intensidad del ejercicio y el volumen con el que ejecutemos cada uno de ellos. Los ejercicios nuevos o los entrenamientos complementarios también provocarán sobrecarga debido a la variabilidad del estímulo.
4) Variabilidad: Incluye distintos tipos de ejercicios en tu entrenamiento, no te enfoques en hacer siempre lo mismo. Tu cuerpo se acostumbra al peso, a la intensidad, a la velocidad y hasta a los lugares de entrenamiento, de modo tal que con el tiempo dejan de ser efectivos para poder mejorar los resultados y comienzan incluso a volverse aburridos.
5) Especificidad: Cada deporte tiene sus cualidades y los efectos del entrenamiento se producen principalmente en el mismo ejercicio con el que se entrena, por ello es necesario planificar entrenamientos adecuados a la actividad final que practicaremos según los objetivos deseados: ganar volumen, perder peso, aumentar la velocidad o la resistencia, etc. Esto es debido a que lo que intentamos en cada entrenamiento es lograr la mayor transferencia posible desde cada uno de los ejercicios a la actividad final.
Sigue estos principios y recuerda entrenar responsablemente. Solo así podrás seguir progresando en tus objetivos.
Imagen CC mariachily.