Un corredor de maratón está llegando a la meta y, de repente, cae extenuado y se desmaya. Quizás esta escena puede resultar familiar. Lo que probablemente ignoramos es que ese drástico desmayo no se debe a un desgaste de los músculos sino a un mecanismo del cerebro, el cual reacciona al exceso de actividad generando algo así como un cortocircuito. Esto es lo que se conoce como "fatiga central", un tipo de cansancio extremo que afecta al cerebro y al sistema nervioso.
¿Cómo afecta la fatiga central en el rendimiento deportivo?
La relación de la fatiga central y el ejercicio de resistencia ha recibido muy poca atención científica, a pesar de que se sabe que hay y existen factores psicológicos asociados al rendimiento deportivo. De hecho la explicación más probable a la fatiga en el deporte, se debe a la falta de control de los músculos por parte del sistema nervioso. Además, la fatiga debilitante, que a menudo se produce por cuadros infecciosos, virales o bacterianas, la recuperación de una lesión o cirugía, el síndrome de fatiga crónica y la depresión son muy improbablemente explicables por disfunciones en los propios músculos.
Mecanismo fisiológico de la fatiga central: la serotonina
Varios neurotransmisores como la serotonina, la norepinefrina y la dopamina actúan en la fatiga central durante el ejercicio. La actividad de la serotonina se vincula a alteraciones en el cerebro, con varias respuestas psicológicas tales como excitación, letargo, somnolencia y alteraciones en el estado de ánimo. Todas estas alteraciones podrían tener un papel en los mecanismos centrales de la fatiga. Estos resultados, junto con la comprensión de los mecanismos que controlan la síntesis de serotonina y su metabolismo en el cerebro, hacen que la serotonina sea un candidato particularmente atractivo en la producción de esta complicación. La hipótesis de la fatiga central, sugiere que el aumento de la concentración de serotonina puede deteriorar la función del sistema nervioso central durante el ejercicio prolongado, y con ello disminuir el rendimiento del ejercicio.
Tomar una cantidad extra de aminoácidos (leucina, isoleucina y valina) puede limitar la subida de los niveles de serotonina en el cerebro y mejorar la resistencia a la fatiga del deportista durante un ejercicio aeróbico prolongado.
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