Una lesión es una de las peores noticias que puede enfrentar un deportista. Además de dejar de entrenar y con ello entrar en una fase de estancamiento o incluso de retroceso, el deportista lesionado pasa por complicados procesos psicológicos y emocionales. Y varias de las lesiones típicas en el gimnasio están relacionadas a las rodillas. Acá te orientamos con simples consejos para protegerlas.
1. Cuando las cargas de peso son altas, conviene utilizar rodilleras, ya que estas permiten proteger los cartílagos y ligamentos que se ven forzados en periodos de volumen. Las rodilleras correctas son las del tipo ortopédico-deportivas, es decir decir aquellas que poseen un orificio en el centro de la rodilla.
A diferencia de los vendajes o medias de compresión que mantienen fija la articulación inmovilizando la zona, las rodilleras brindan elasticidad y libertad de movimiento, sin dejar de brindar la sujeción apropiada.
Eso sí las rodilleras solo deben ocuparse para sesiones intensas, ya que su uso excesivo podría generar músculos débiles en esas zonas.
2. Al momento de entrenar, también considera no estirar por completo las rodillas principalmente en ejercicios realizados en press de pierna, sentadillas y curl femoral sentado. De lo contrario, el peso recaerá en las articulaciones y podría dañarlas. Si las mantienes ligeramente flexionadas, en cambio, serán los cuádriceps quienes reciban la mayor tensión.
3. Una forma de cuidar las rodillas con el ejercicio es a través de los ejercicios propioceptivos que ayudan a proteger la articulación. Uno de ellos es mantenerse en equilibrio unos segundos sobre un solo pie en una superficie inestable como una camilla elástica o un bozu.
Finalmente, recuerda que para tener articulaciones sanas, es indispendable contar un buen aporte de líquidos, calcio, proteínas, vitaminas A,C y D, magnesio, zinc y omega-3 que tienen un efecto antiinflamatorio que favorece la salud articular.
Imagen CC Gregor Winter.