Para ser un buen corredor, se necesita mucho más que correr. Y uno de los puntos bajos de muchos corredores es la elongación. Ahí es donde el yoga puede jugar un rol importante en los corredores.
Y es que no solo a la relajación y a la concentración ayuda el yoga. En el caso de las tirones, por ejemplo, la elongación puede ayudar a aliviarlos al hacer trabajar la zona afectada dedicando los tiempos necesarios para la relajación muscular y el trabajo progresivo del músculo, ayudando a soltarlo.
La zona lumbar-pélvica, los cuádriceps y los flexores de la cadera, por otro lado, pueden ser fácilmente trabajados para generar una mayor elasticidad y fortalecimiento de dichas zonas, permitiendo así un mejor rango de movimiento, y en definitiva, una mejor técnica de carrera cuyo resultado se traduce en una mayor efectividad al correr.
Otro aspecto beneficioso del yoga para los corredores, es aquel que está relacionado a las posturas. Al correr, nuestro pasa por diferentes etapas, adaptando su postura en cada una de ellas. Cada corredor posee su propia técnica de acuerdo a sus condiciones fisiológicas, no obstante existen ciertas posiciones que, a nivel general, debieran procurar mantenerse. Una de ellas es la posición de la espalda, que debe mantenerse siempre erguida desde su base hasta el cuello. El yoga ayuda a trabajar músculos que permiten mantenernos erguidos incluso en una carrera de larga distancia.
Finalmente, el yoga es de gran ayuda para controlar las emociones, y es que en una carrera el aspecto psicológico es igual de importante que el físico. Un dolor puede ser el causante del abandono de una carrera; un tiempo parcial malo puede ser aún peor o, por el contrario, puede mejorarse si se encuentra la motivación necesaria, y así, las situaciones se repiten.
Lo importante es considerar el yoga como una actividad cruzada que puede mejorar nuestros entrenamientos y nuestro rendimiento a nivel deportivo. Porque parece ser un buen corredor, se requiere más que solo correr.
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