Nuestro cuerpo necesita de agua para mantenerse en buen estado. Y es que el agua constituye más de la mitad de nuestro peso corporal. Cada célula, tejido y órgano de nuestro cuerpo necesita agua para funcionar correctamente. En este sentido una correcta hidratación debe ser uno de los pilares fundamentales para quienes practican deporte constantemente, en especiales para quienes practican deportes de resistencia.
Durante esta época del año, la pérdida de agua aumenta cuando hacemos ejercicio. El cuerpo pierde agua a través de la orina, el sudor e incluso por medio de la propia respiración. Perdemos mucha más agua cuando entrenamos al aire libre a altas temperaturas o cuando el ambiente está muy cálido en el gimnasio u otro lugar cerrado.
¿Cómo saber cuánto líquido debo ingerir al día?
Cada 1000 kcal consumidas es necesario ingerir 1 litro de líquido o bien 1 ml por Kcal consumida al día. Es importante también que el líquido sea ingerido y distribuido durante todo el día, o bien antes, durante y después del ejercicio. De otro modo, el agua no alcanza a ser absorbida a nivel celular. Es por eso que este comportamiento debe convertirse en un hábito y debe ser realizado en conjunto con el entrenamiento deportivo. Dado que el agua es un componente tan importante para nuestra fisiología, debemos tener en cuenta tanto la cantidad como la calidad del agua que tomamos en cada sesión deportiva.
Hidratación antes del ejercicio
Es recomendable ingerir entre 400 y 600 ml de agua o bebida deportiva entre 1 y 2 horas antes de empezar con el entrenamiento y así comenzar la práctica bien hidratados ¿Cuál es el objetivo? En este periodo el agua ejerce una función termorreguladora en el cuerpo, evitando que aumente la temperatura corporal, disminuya la percepción del esfuerzo y a la vez contribuye a rellenar los depósitos de glucógeno cuando se toma una bebida deportiva rica en hidratos de carbono.
Hidratación durante el ejercicio
La estrategia de hidratación durante el ejercicio tiene como finalidad la ingesta de líquidos a intervalos regulares durante todo el tiempo que se realice actividad física. Las recomendaciones sugieren tomar entre 200 y 250 ml de agua o bebida deportiva cada 20 o 25 minutos de ejercicio físico, lo que equivale a dos o tres sorbos de líquido, con la finalidad de reponer el agua y los electrolitos perdidos mediante el sudor y la orina y mantener los niveles de glucosa en sangre estables.
Hidratación después del ejercicio o rehidratación
Después de la práctica deportiva es tan importante ingerir líquidos como antes y durante la realización de esta. Este proceso debería comenzar lo antes posible, posibilitando una adecuada recuperación post entrenamiento.
Recuerda que un día en el cual no realices ningún tipo de actividad solo basta con beber 8 vasos de agua al día, para mantenerte hidratado y conservar una buena salud y prevenir así la aparición de un sinfín de enfermedades como el cáncer y algunos problemas a la piel.