Al entrar a una tienda deportiva, existe un gran número de zapatillas disponibles y mucha información y precios promocionando cada modelo, que hacen compleja la elección. Pues el American College of Sports Medicina (ASCM), uno de los organismos médicos más reconocidos en el ámbito de la actividad física y el ejercicio, elaboró un listado con algunos de los puntos a tener en cuenta a la hora de comprar unas zapatillas.
Lo primero que hay que saber es que es muy difícil establecer cuáles pueden ser las "mejores zapatillas". Ello, pensando en variables como tipo de pie y de pisada, ángulo de inclinación, dismetrías, técnica, kilometraje, terreno y experiencia, por solo nombrar. De ahí que lo óptimo se encontrar la mejor zapatilla para cada uno.
Una buena zapatilla tiene, a grandes rasgos, dos objetivos: prevenir las lesiones del deportista y al mismo tiempo aumentar el rendimiento del mismo. Estas necesidades irán en función de algunas características generales, entre las que caben destacar:
-Drop. Se define como la diferencia de grosor (o a la altura) de la suela entre la parte del talón y la zona del antepié y los dedos. Las compañías desarrollan diversos tipos de modelos enfocados en corredores taloneros, medios o puntilleros, por eso que es importante conocer la propia técnica de pisada y saber para qué tipo de distancia se utilizará cada modelo. Por ejemplo, un corredor rápido tiende a corre distancias cortas utilizando la parte cercana al antepié. Un corredor promedio de 21 o 42 km, por otra parte, probablemente no podrá utilizar la punta de pie para correr en todo su circuito. A nivel general, según la ASCM este drop debe ser nulo o mínimo (6 mm) para que las cargas de impacto se expandan de la forma más natural posible, independiente de la distancia o la técnica de pisada.
-Neutralidad. Esta característica significa que la zapatilla debe estar confeccionada con el mínimo de elementos de estabilidad para que los movimientos de control y estabilidad sean ejercidos por el propio pie.
-Ligereza. Para una talla 41 en hombre el peso debe ser igual o inferior a 285 gramos, y en mujeres para una talla 38 el peso debe ser inferior a 226 gramos.
¿Qué no debe tener una zapatilla?
Una consigna común, especialmente a la hora de evitar lesiones, es que la amortiguación deber ser amplia. Lo cierto, es que una excesiva amortiguación obliga al deportista a cambiar su biomecánica interfiriendo en su forma de correr. Mientras mayor sea el drop, peor será la amortiguación y la evasión de fuerzas de impacto.
Las plantillas son una de las soluciones médicas útiles para ayudar a corregir pisadas, dismetrías, descompensaciones musculares, dolores y lesiones. Pero su uso no se debiera alargar más allá de las 6 u 8 semanas, tiempo tras el cual el pie ya debiera haber adquirido la suficiente fuerza para soportar las cargas a las que es sometido al correr, en el entendido de que el trabajo de running se ha completado con un trabajo de fortalecimiento muscular.
Otro punto importante es saber determinar cuál es el kilometraje de unas zapatillas. Las compañías establecen distintas cantidades de kilometraje máximo para cada modelo, lo cierto es que una zapatilla promedio no debiese utilizarse por más de 500 o 600 kilómetros seguidos, tiempo tras el cual sería necesario renovar el arsenal.
Poner ojo a estos puntos puede resultar útil para determinar qué es lo que está causando un determinado dolor o lesión y puede ser esencial también para mejorar el desempeño de un corredor o incluso servir como una guía para comenzar en el running.
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