Es uno de nuestros regalos preferidos a la hora de ser niños. Cuando por fin la tenemos, no queremos soltarla y todo parece más cerca. Es una sensación de libertad y adrenalina que nos hace sentirnos dueños del mundo. Pero ya en la adolescencia la mayoría la abandonamos ¿Qué era todo lo que nos gustaba de ella? ¿Cómo puede reencantarnos? Conoce acá los beneficios de andar en bicicleta.
Como es sabido, la práctica de la bicicleta se enmarca dentro de las actividades cardiovasculares, esto quiere decir que ayudan al fortalecimiento del corazón, cuestión que a su vez favorece el flujo sanguíneo, aumenta el ritmo cardiaco, disminuye la presión y reduce la acumulación del colesterol malo (LDL). Por otro lado, aumenta el colesterol bueno (HDL), previniendo su calcificación y minimizando los riegos de infartos.
La bicicleta es una actividad que puede practicarse a cualquier edad, debido a su prácticamente nulo impacto en las articulaciones. Es por eso que apta tanto para niños como para adultos mayores o personas sedentarias que quieren comenzar a realizar alguna práctica deportiva. Es importante sí verificar la posición del pedal en relación al asiento, ya que la distancia incorrecta entre ambos puede causar un estrés excesivo en las rodillas.
El uso de la bicicleta, de hecho, ayuda a ejercitar los músculos, articulaciones y ligamentos principalmente de piernas, glúteos, muslos y pantorrillas, aunque también se benefician el pecho, la espalda y los hombros) convirtiéndola así, en una actividad física completa.
Andar en bicicleta también activa el sistema inmunológico previniendo la aparición de infecciones y combatiendo enfermedades bacterianas.
Y no solo eso, la bicicleta también acelera el metabolismo, lo que ocasiona una pérdida gradual y significativa de peso corporal. Una persona de 73 kilos puede quemar 290 calorías circulando a 8,85 kilómetros por hora.
Otro aspecto que beneficia directamente a las personas sedentaria es que alivia dolores de espalda, rodilla y otros músculos, al permitir también el fortalecimiento, la flexibilidad y el trabajo general de estos músculos.
A todos estos beneficios, se suman todos los propios de la práctica deportiva como la felicidad misma del hecho utilizar nuestro organismo a través de la liberación de endorfinas. Revisa otros detalles aquí.
Imagen CC Labicicletaverde