Es conocida entre los runners la leyenda de Filípides, el mensajero griego que habría corrido entre las ciudades de Maratón y Atenas para difundir la victoria sobre el Ejército Persa. Por las condiciones de la época muchos historiadores creen que pudo haber completado esta prueba descalzo o al menos, no en las mejores condiciones. Esto es lo que se denomina Barefoot, pero ¿cómo se puede correr tanta distancia descalzo?
El ejercicio estimula la formación de colágeno, una proteína que comprende la mayor parte del tejido presente entre tendones, ligamentos y huesos.El otras palabras, el colágeno es quien soporta la piel y mientras más colágeno exista, más gruesa y resistente será la piel. Es por eso también que existen diversos grosores de piel. Por ejemplo, en el párpado tiene un grosor de 0,5 mm, mientras que en el talón puede alcanzar los 4 mm. Esta diferencia se debe a que el cuerpo envía más colágeno a esta zona, debido a que carga con todo el peso del cuerpo.
De la misma forma que el cuerpo envía naturalmente el colágeno a esta zona por el uso diario que le damos al estar de pie, caminar o realizar cualquier otra actividad que involucre algún tipo de desplazamiento, también lo hace al correr.
Este es el punto que defienden los que realizan el barefoot running o el running descalzo. El etíope Abebe Bikila fue uno de los primeros corredores contemporáneos en correr un maratón sin zapatillas, cuando ganó la prueba en los Juegos Olímpicos de Roma de 1960. Si bien Bikila terminó la prueba en 2 h 15 m 16 s, estableciendo de esa forma una nueva marca mundial, su caso podría parecer una excepción. Y es que en los Juegos Olímpicos de Tokio de 1964, el propio Bikila volvería a correr el maratón, pero esta vez con zapatillas.
Actualmente, muchos corredores están retomando esta tendencia tanto en calle con en cerro, cada uno con diversos resultados. Obviamente, el tipo de preparación de cada corredor es determinante en cada impacto, que puede alcanzar los 300 pasos por kilómetro.
Ejercicios de fortalecimiento, alimentación, terreno, distancia corrida y cantidad de tiempo corriendo, además de algunos aspectos fisiológicos, son solo algunos de los factores que llevan a cada corredor a tener una experiencia diferente corriendo con o sin calzado. Si se quiere probar esta técnica es fundamental realizarla a nivel progresivo a través de distancias pequeñas y con zapatillas minimalistas que puedan ayudar a la transición, debido a que como en todas sus funciones anatómicas, el organismo se adapta de forma progresiva a los cambios externos a los que es sometido, ayudando de esta forma a evitar lesiones, fracturas o traumatismos que perjudiquen en la práctica del running.