El fútbol es pasión de multitudes. El fútbol es euforia. El fútbol es un ritual sagrado para muchos. El fútbol es un mix de emociones. El fútbol es hermoso.
Ante este sentimiento y eterna devoción por el deporte rey, Sudándola quiso conocer la experiencia en el deporte de afortunados que sí han podido dedicarse por completo al amor de su vida y han logrado vivir gracias a su gran dominio del esférico.
El talento y rapidez de Fernando Lazcano
Uno de estos dichosos ejemplos es Fernando Lazcano, jugador de Curicó Unido (quien aparece en la foto tras un duelo ante Concepción). El talentoso volante tuvo la fortuna de ser observado por un profesor del fútbol formativo de Huachipato y logró iniciarse en el balompié desde pequeño.
“Llegué al fútbol a los 7 años. Todo gracias al profesor Luis Castro, quien me vio jugar y me llevó de inmediato a entrenar al club. Fue bastante motivado porque desde chico fui fanático del fútbol”, relató el ex Naval y Unión La Calera.
Lazcano entrena 6 veces a la semana bajo la dirección técnica de un reconocido ex futbolista: Sergio “Superman” Vargas. Sin embargo, lo que más destaca el mediocampista son las ventajas de poder practicar y vivir de su pasión. “Para mí el fútbol ha sido un pilar fundamental en mi vida, ya que aparte de prepararme para ser un profesional, el deporte me enseñó muchos valores que me permitieron mejorar y crecer como persona”, sentenció.
El coraje y perseverancia de Diego Ruiz
Diego Ruiz ha conocido bastantes lugares gracias al fútbol. El argentino no sólo ha jugado el fútbol en su país, sino que también ha participado en las ligas de Rumania, Bélgica, Turquía, Azerbaiyán y de Chile. Es este último país ha vestido las casaquillas de Huachipato, Deportes Antofagasta y, actualmente, la de Universidad de Concepción.
Con los auricielos fue protagonista del ascenso a Primera División el primer semestre del 2013, en una infartante final con Curicó Unido en el Estadio Bicentenario de La Granja.
Al ser consultado por su experiencia en el deporte, el ariete señaló que “me inicié tarde, a los 18, porque fue un sueño de chico y me la pasaba jugando a la pelota”.
“El fútbol tiene muchos beneficios. Con el fútbol aprendí a crecer como persona, a sentirme bien con mi cuerpo y a entender la verdadera competencia. Pero también tiene un lado complicado como dejar a la familia desde pequeño”, agregó el “Tanque”, como es conocido entre sus pares.
Experiencia, goles y la eterna relación con el fútbol de Javier Araujo
La historia del ex atacante paraguayo se remonta cuando tenía 7 años y comenzó su eterno romance con el balón. Sin embargo, a diferencia de los otros dos ejemplos, nadie lo incentivó y recién pudo participar en un club a los 13 años.
En nuestro país, Araujo vistió las tricotas de Deportes Iquique, Ñublense, Unión La Calera, Fernández Vial y Huachipato. Es más, con este último elenco fue parte de los máximos artilleros del fútbol nacional a inicio de los '90. Actualmente, aunque goza del titulo de director técnico, el reconocido delantero se dedica a la representación de jugadores.
“Tuve mucho beneficios. El deporte me ayudó a llevar una vida sana, a ser tolerante y, también, disciplinado. Hasta el día de hoy puedo agradecerle al fútbol porque no tuve vicios”, manifestó Araujo.
Concluyendo y analizando los puntos de vista de estos tres cracks, podemos inferir que el fútbol es un deporte que no sólo brinda variadas emociones. El fútbol es un soporte que condiciona la vida de un deportista por medio de disciplina, una eterna búsqueda de la superación y constante entrega de valores. Es por esta razón que volvemos a reafirmar que el fútbol, soccer, balompié, como sea, es simplemente her-mo-so.