Todos tienen el típico amigo/a que puede comer chatarra todo el día y se mantiene igual de flaco. "Tengo un buen metabolismo" dicen constantemente, y eso es verdad. Algunos seres humanos fueron premiados con el sagrado don de que su cuerpo asimila bien todos los alimentos, así que no necesitan de dietas para mantenerse bien. Otros, como nosotros, tenemos que ganarnos ese premio a base de ejercicios y comidas no tan exquisitas.
Para quienes no nacimos con el metabolismo ideal, siempre está la opción obtenerlo de con esfuerzo y acá te dejamos unas buenas recomendaciones:
1. Muévete más
No basta sólo con salir a trotar en la mañana o en la noche y el resto del día estar sentado en una oficina. La mayoría de la gente está sólo en el gimnasio entre 3-5 horas por semana. Eso deja mucho tiempo para no hacer nada el resto del día, a menos que cambies eso.
Si trabajas en una oficina, tomar las escaleras para llegar a la empresa o dar una buena caminata luego de tu hora de almuerzo es suficiente para mantener a tu metabolismo en movimiento. Levántate de tu escritorio y aprovecha de caminar unos 15 minutos. Incluso el estiramiento puede ayudar a quemar más calorías y mejorar tus procesos de asimilación de alimentos.
2. Alimentos: en la variedad está el gusto
Los alimentos naturales contienen una variedad de vitaminas, minerales y nutrientes que cuando se consume actúan como bujías metabólicas, las cuáles dan la energía para levantarse y moverse.
Si estás a acostumbrado a comer arroz, fideos y hamburguesas, es hora de darle más variedad a tus recetas. Lo más importante es el color, mientras más tonalidades tenga tu almuerzo, tu estómago recibirá mejor esos alimentos. Verduras, legumbres, de todo, busca nuevos platos para preparar y dale a tu cuerpo todo lo que necesita.
3. No te excedas con la baja de carbohidratos
Una de las recomendaciones típicas cuando buscamos consejos para bajar de peso, es la eliminación de los carbohidratos. Esto no debe ser tan así. Las dietas bajas en carbohidratos o calorías totales pueden ser de ayuda en la pérdida de grasa corporal, pero tienen un alto costo en el metabolismo.
Con el tiempo, el cuerpo puede comienza a reconocer que no está llegando suficiente la energía, lo que hace que se queman menos calorías. Es parte del maravilloso instinto de supervivencia que tiene nuestro cuerpo. El problema se convierte en un doble golpe cuando finalmente vuelves a comer de forma normal, ya que tu metabolismo se adaptó al funcionamiento anterior, lo que lleva al "efecto rebote" que producen las dietas.
Baja los carbohidratos y calorías gradualmente con el tiempo, nunca dejándolas de lado totalmente.
4. Haz trampa
Nuestro muy inteligente funcionamiento corporal también puede ser engañado. Existen trucos para prevenir que nuestro metabolismo se vuelva lento. Una comida cada 5-7 días que sea alta en carbohidratos y calorías puede funcionar perfectamente durante una dieta. Las personas delgadas pueden engañar incluso con más frecuencia y no ganar peso. Así es, si te mandas un ataque de gula una vez a la semana es mucho mejor para tu cuerpo.
5. No vivas del cardio
Demasiado ejercicio aeróbico en estado estacionario, como correr o andar en bicicleta, puede conducir a un metabolismo deplorable, especialmente cuando se combina con una dieta baja en calorías. Lo mejor es practicar trabajos variados, combinar el cardio con ejercicios de alta intensidad y darle a tu cuerpo los cambios que necesita. No te centres en un único ejercicio.
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