¿Eres un adicto al running? Si es así, sabrás que no te puedes tomar esta actividad física a la ligera porque las lesiones están a la vuelta de la esquina. De hecho, apuesto que la mayoría de nosotros habrá sufrido algún tipo de dolencia alguna vez, aunque haya sido un mínimo tirón.
Como corredores conscientes, podemos tomar todas las precauciones necesarias para asegurarnos de que nunca vamos a tener que preocuparnos por lesiones, pero la realidad es que nadie es inmune ellas. Es cosa de ver a deportistas de élite que también han sido víctimas del trabajo excesivo.
En todo deporte uno está más propenso a sufrir cierto tipo de daños por sobre otros y el running no es la excepción. Echemos un rápido vistazo a las treslesiones más comunes en esta actividad y cómo tratarlas:
1.Fascitis plantar
La fascitis plantar es una inflamación en la parte inferior del pie. La característica común de esta enfermedad es una apretada, dolorosa y aguda sensación de dolor en la base del talón que puede variar de insoportable a "corten mi pie, por favor."
La sensación ha sido descrita como pisar un clavo con el talón. Con el tiempo, el dolor puede desaparecer a medida que avanza el día, sólo para regresar más tarde o al día siguiente. Es un círculo vicioso con seguridad.
Entre sus causas está el entrenamiento en exceso, el abuso y calzado inadecuado, pero la raíz del problema se encuentra en los músculos tensos y débiles en el pie. Si tus pies son débiles, el talón adquiere una carga excesiva y no puede manejar el entrenamiento.
Como solución tienes los aparatos ortopédicos y los zapatos de estabilidad sirven muchas, pero no son una solución permanente. En el corto plazo, ejercicios como rodar los pies alrededor de una pelota de golf y aplicar hielo en el área afectada será un alivio muy necesario con relativa rapidez. A largo plazo, aplica un diligente estiramiento combinado con el fortalecimiento de los músculos en y alrededor de los pies. Esto te dirigirá a la raíz del problema y ayudará a prevenir posteriores problemas.
2.- Tendinitis Aquilea
Cada vez que vea "itis" al final de una palabra, significa que hay una inflamación en cuestión, por lo que la tendinitis de Aquiles es simplemente una inflamación del tendón de Aquiles. Suena sencillo...ojalá el dolor que provoca fuese así. Debido a que las piernas están tan lejos de tu corazón, muy poco flujo de sangre en la zona, lo que significa que el proceso de curación de una lesión como la tendinitis de Aquiles es, a menudo, lenta.
La tendinitis aquilea se manifiesta como un dolor en la parte posterior de la pierna en la parte posterior del talón de Aquiles, en los tejidos que conectan los músculos de la pantorrilla con el hueso del talón. Los runners que sufren de tendinitis de Aquiles a menudo se quejan de hinchazón y dolor, lo que provoca incapacidad para seguir realizando ejercicios hasta que se recuperen los tejidos.
Al hacer running, tu cuerpo pone mucha tensión en el tendón de Aquiles, y en el transcurso de muchos meses de duro entrenamiento puede aparecer esta lesión. Acá un mal calzado también te puede jugar en contra, así como el aumento acelerado de la intensidad de tus ejercicios, por lo que es importante prestar atención tanto a tus pies como a tu rutina, sobre todo cuando estás sobre exigiéndote.
¿La solución? Descansar, mucho hielo y el estiramiento te ayudan a aliviar temporalmente los síntomas, y las ayudas tales como aparatos ortopédicos, como plantillas y zapatos, son soluciones a corto plazo. A largo plazo, sin embargo, vale la pena poner atención a una rutina que te ayude a estirar tus músculos y fortalecer tus piernas. Sentadillas sobre la pierna y saltos de caja son grandes ejercicios de fortalecimiento. Tus opciones de calzado sin duda pueden ayudar o empeorar la situación. Así que elige bien. Por último, pon ojo a tu entrenamiento. No hagas demasiado, no seas demasiado duro, ni vayas demasiado rápido.
3.- Síndrome de la banda iliotibial
La banda o cinta iliotibial es un tendón que conecta la rodilla a la cadera. El síndrome de banda iliotibial se produce cuando este tendón se inflama. Este problema se ha comparado con la sensación de que alguien te esté "acuchillando" la parte externa de la rodilla. Esta lesión molesta y dolorosa puede convertirse rápidamente en un paralizante para ti si no se aborda.
Un montón de cosas pueden provocar este síndrome. Correr en descenso y siempre al mismo lado del camino son los problemas más comunes. Cuando se hace ejercicio de esta forma, se pone una gran cantidad de estrés en el lado de la rodilla y causa la fricción entre la banda y el fémur. Con el tiempo, la banda se aprieta y se puede inflamar, surge el dolor y se intensifica con el tiempo hasta el punto en debes retirarte de la actividad física.
La solución a esto es un masaje de los cuádriceps y los músculos isquiotibiales por la zona, además del uso de un rodillo de espuma sobre la zona afectada, lo que ayudará a aflojar las partes tensas. Un régimen con harto hielo y antinflamatorio ayudarán a eliminar la hinchazón. Evite las agresivas carreras cuesta abajo, porque le estás dando un peso innecesario a tus rodillas.
Imagen CC vía nprpdx